DOCTO: No:97
Un ángel ciego bajó,
con imposible misión;
encontrar un corazón,
que no tuviera un amor,
-
Fue buscando por ahí,
solo tenía que oír;
aquel loco crepitar,
del corazón al amar.
-
Todos sin una excepción,
palpitaban con amor;
no logró escuchar ninguno,
ahogado en el infortunio.
-
Se regresó para el cielo,
comentándole a San Pedro;
El Hijo de Dios fue Docto,
curó, corazones rotos.
-
Aunque halla dado su vida,
volverá abrirse la herida;
al humano proceder,
difícil es, complacer.
-
El ángel miró a San Pedro,
y le dijo: "no es eterno ".
Humberto Restrepo.
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