ESPACIO: No:88
Claro que si, bien amada,
fuiste por Dios destinada;
amortajar mis despojos,
cuando me cierres los ojos..-.
-
Me besarás en la frente,
y tus labios dulcemente;
una plegaria dirán,
que me proteja del mal.
-
Pensativa mirarás,
mi rostro sin antifaz;
y un remolino de enojo,
se atisbará en tus ojos.
-
Pensarás en muchas cosas,
que florecieron hermosas;
y que el tiempo y su complot,
sin piedad las marchitó.
-
Evocarás esos tiempos,
que aún, con fuerza los vientos;
no lograron doblegar,
estas ganas de triunfar.
-
Nostálgicos pensamientos,
acudirán a tu encuentro;
al notar, que la otra almohada,
está sola y desolada.
-
Entonces en arrebato,
lento, distiendes tu brazo;
imaginando un abrazo,
desde el frío y yerto espacio.
Humberto Restrepo.
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