MIMADO: No: 77
Siempre contemplo a la luna,
en los espejos del agua;
y mirando su dulzura,
siento a Dios, cuando me habla.
-
Luego me voy a dormir,
logro el sueño conseguir;
el Señor me está observando,
plácido, descansando.
-
Me despierto en la mañana,
en el corazón las ganas;
de sentirme protegido,
y por mi Dios, bendecido.
-
Es hora de comenzar,
el día a laborar;
nuestra primera tarea,
hagamos, que El, nos vea.
-
Y, ¿ como se logra eso ?,
sin llegar a los excesos;
estampando un gran beso,
que lo escuche, el universo.
-
Luego, hay que confrontar,
la llamada realidad;
si llevas a Dios, por dentro,
es seguro, tu sustento.
Comienza el día pensando,
en que en que Dios, te está mimando.
Humberto Restrepo.
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