DON; No:40
¿ Quien ?, fuera Nerúda,
de repente, Darío;
y mezclarte en un verso,
con el agua del río.
Decir, yo te quiero,
sin palabras, de más;
es un don, que da el cielo,
a unos pocos, no más.
Y, le pido al de arriba,
ese ser celestial;
que esta prosa, él escriba,
y me la haga firmar.
Porque fácil, no es,
encontrar la palabra;
que describa la llave,
y que el alma, se abra.
Más, la frase en algunos,
siempre sale con versos;
sin esfuerzo ninguno,
es un Don, de maestros.
Igualarse, " imposible ",
acercarse, es " plausible ";
muchos pueden juzgar,
este esfuerzo final.
Humberto Restrepo.
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