NEGOCIO: No:17
Juzgada y condenada, el alma de José escuchó en silencio los hechos de su vida terrena;
todo estaba contenido en la carpeta que el Juez de turno tenía en sus manos, lo bueno y
lo malo pugnaban entre sí para ganar el resultado, el cual le fue negativo.
Cerrando la carpeta y mirando fijo a modo de pregunta, dijo al alma ¿ algo que agregar?.
Sí, respondió con énfasis el alma, " no están los espaguetis ".
Espaguetis susurró el juez, espaguetis corearon unísono los miles de almas presentes, y una
de ellas acotó sarcástica. "¿que tiene que ver una comida con el paraíso?.
Mucho y a continuación se los diré; todo comenzó a la hora del almuerzo de un día equis,
para mi deleite me llevaron mi comida favorita " pasta a la carbonara" , especialidad de mi
esposa, alabada por muchos que la habían probado. Lleno el tenedor con una generosa
porción bañada en su salsa abundantemente y la llevo hacia mi boca hecha agua a la espera
del delicioso bocado, pero mi mano se detuvo a mitad como petrificada al aparecer de forma
inesperada la figura de un hombre desconocido proyectado por la luz de la calle.
Me miró fijamente y llevando sus manos sobre la cabeza dijo en un tono que parecía de
promesa " si eso, sabe como huele", no puede ser para usted solo, eso sería un verdadero
pecado, pero créame que si lo comparte, será suyo el cielo y por ende el edén.
Entonces, no había nada que pensar, procedí a cederle completo el vianda, acompañado de
un " buen provecho ". Tremendo NEGOCIO , pensé dentro de mí , ya tengo el cielo.
Humberto Restrepo.
Comentarios
Publicar un comentario